Programa de biblioteca enseña a solicitantes de ciudadanía la 'esencia' de la historia de Estados Unidos

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Cuando la Corte Suprema de los EE. UU. falló de manera unánime en mayo de 1954 para poner fin a la segregación legal en las escuelas públicas, estableció uno de los precedentes más fundamentales en la historia de la nación.

El parque nacional Brown v. Board of Education National Historical Park en Topeka, demostró ser un lugar apropiado, justo antes del Día de la Independencia, para una ceremonia de naturalización donde los participantes juraron "tener verdadera fe y lealtad" a la Constitución y las leyes de los Estados Unidos.

Monica Fracachán Cabrera y Juan Calderón Táriba, residentes del condado de Johnson, participaron en ese procedimiento. La participación de la pareja marcó un hito tanto para ellos como para la clase gratuita de ciudadanía de los Estados Unidos de la biblioteca, establecida hace tres años por Christine Peterson, bibliotecaria de servicios de participación latina.

La clase de la biblioteca ahora cuenta con 18 nuevos ciudadanos estadounidenses entre sus exalumnos.

La pareja agradeció a Peterson y a la clase, ya que proporcionaron los materiales y el plan de estudios estructurado que los preparó para los desafíos de convertirse en ciudadanos. Proceso que comienza con una solicitud de 20 páginas ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

Los solicitantes también deben demostrar la capacidad de leer, escribir y entender inglés y aprobar un examen oral de educación cívica con 10 preguntas seleccionadas de una guía de estudio de 100 preguntas.

La biblioteca ofrece el programa de ciudadanía tres veces al año. Por lo general, el programa dura aproximadamente 15 semanas con sesiones semanales en Zoom de 90 minutos los martes por la mañana y los miércoles por la noche.

Peterson declaró que el número de asistentes está creciendo. Alrededor de 30 personas se han inscrito este trimestre.

Originarios de Venezuela, Cabrera y Táriba llegaron a Estados Unidos hace seis años después de ganar en un programa de lotería de visas para ingresar a Estados Unidos. Después de pasar un tiempo en Colombia, se establecieron en el condado de Johnson ya que tenían familia ahí.

Su hijo de 12 años, Daniel, es estudiante de secundaria en Blue Valley School District.

Cabrera es asistente de investigación para JUNTOS Center For Advancing Latino Health en University of Kansas; y Táriba es entrenador de lenguaje de salud mental en Children's Mercy Kansas City.

Gracias a la interpretación de Peterson, Cabrera explicó por qué ella y su esposo consideran importante convertirse en ciudadanos estadounidenses.

"Es importante porque este es nuestro segundo hogar. No nacimos aquí, pero probablemente moriremos aquí ―expresó―. Este país abrió sus puertas para dejarnos entrar, y nuestro hijo ahora va a tener esas oportunidades, especialmente en educación. Tal vez mis nietos incluso nazcan aquí. Y ahora tenemos voz, podemos votar y podemos participar en el gobierno".

Peterson concibió el programa de ciudadanía cuando una amiga le pidió ayuda para solicitarla. Peterson también se encontró con latinos que querían ayuda para prepararse para el cuestionario de ciudadanía.

Gracias a su experiencia viviendo en el extranjero, Peterson conoce los derechos limitados que tienen los ciudadanos en otros países. "Los inmigrantes que vienen a los Estados Unidos aprecian las libertades que tienen aquí", dijo; y Peterson disfruta agregando contexto a lo que los candidatos ya saben.

"No quiero que memoricen 100 preguntas y contesten en automático ―declaró―. Quiero que conozcan la esencia del país".